¿Qué es un linfocito?
Los linfocitos son un tipo de leucocito o glóbulo blanco, pertenecientes a lo que comúnmente conocemos como sistema inmune . Son el tipo más pequeño de leucocito y representan aproximadamente el 30% del total. Los linfocitos comienzan su diferenciación en las células hematopoyéticas de la médula ósea y la completan en órganos linfoides como el bazo , el timo , los ganglios linfáticos o la misma médula ósea .
Tipos de linfoma en gatos
Se cree que la alta incidencia de linfoma en gatos está relacionada con el alto índice de gatos infectados por el virus de la leucemia y el de la inmunodeficiencia felinas .
La clínica y los síntomas presentes en un linfoma, así como su pronóstico y su tratamiento dependen en gran medida de la ubicación tumoral. En grandes líneas los linfomas se dividen anatómicamente en linfoma mediastínico (timo), linfoma gastrointestinal (focal o difuso) y extranodal (cuando afecta a zonas diferentes al mediastino o al tracto gastrointestinal, por ejemplo en sistema nervioso central, riñones o piel).
![Descarga gratis la Guía Gastrointestinal Parte 2 [Incluye la revisión sobre las patologías relacionadas con la dieta] Descarga gratis la Guía Gastrointestinal Parte 2 [Incluye la revisión sobre las patologías relacionadas con la dieta]](https://cdn.sanity.io/images/5vm5yn1d/pro/5352295f6213224699906de89842f08c775de74c-600x144.gif?fm=webp&q=80)
En el linfoma del Sistema Nervioso Central tanto la médula espinal como el cerebro pueden verse afectados. Un tipo especialmente frecuente es el linfoma epidural en gatos positivos a leucemia felina. El linfoma cerebral puede producir convulsiones , ceguera , andar en círculos, hiperestesia o agresividad. En el linfoma espinal la parálisis posterior bilateral es el síntoma más frecuente.
Uso de la resonancia magnética como método diagnóstico
Hoy en día disponemos de múltiples métodos diagnósticos para ayudarnos a llegar a diagnosticar con certeza un linfoma. El protocolo debe comprender, además de recoger una historia lo más completa posible del animal y hacer un examen físico exhaustivo, pruebas rutinarias al alcance de cualquier clínico, como hemograma y bioquímica sanguíneos, urianálisis , testaje de Felv/Fiv y pruebas de imagen como radiografías o ecografías para localizar el tumor.
En el caso de los linfomas localizados en Sistema Nervioso Central, estas pruebas de imagen no son capaces de darnos información suficiente , por lo que debemos recurrir a aparatos de imagen que nos ofrezcan más detalle, como la Resonancia Magnética o la Tomografía Axial Computerizada ( TAC ). Afortunadamente, cada vez hay más oferta de este tipo de pruebas en el campo de la veterinaria, lo que lo convierte en una prueba más sencilla de realizar y más económica para los propietarios.
En este estudio se describieron las características encontradas en las imágenes de Resonancia Magnética realizadas a ocho perros y cuatro gatos con linfoma en Sistema Nervioso Central. Las lesiones afectaban a las estructuras rostrotentoriales en seis perros y a las caudotentoriales en dos gatos. En los otros dos perros y en los otros dos gatos las lesiones afectaban a la médula espinal. Un perro y un gato, además de la lesión intracraneal tenían signos de extensión extracraneal y linfoadenopatía. Estas lesiones fueron descritas como extraparénquima en cuatro perros y tres gatos, intraparénquima en dos perros y un gato y extra e intraparénquima en dos perros.
En cuanto a su intensidad en las imágenes, podemos resumir las características de los linfomas del estudio de la siguiente manera:
Comparadas con la materia blanca:
- Todas las lesiones hiperintensas en T2
- Siete de doce hipointensas en T1
- Cinco de nueve hiperintensas en imágenes flair
Cuando las compararon con la materia gris:
- En T2 :
- Cinco de doce eran isointensas
- Siete de doce eran hiperintensas
- En T1 :
- Seis de doce eran hipointensas
- En imágenes Flair:
- Siete de nueve fueron isointensas
En cuanto a los márgenes de las lesiones, diez de doce eran indistinguibles en imágenes T2, y en las imágenes Flair, siete de nueve tenían intensidad perilesional. La mayoría de las lesiones (diez de doce) tenían meninges anormales alrededor de la lesión y la mitad tenían un aumento de contraste generalizado.
En conclusión, combinadas con una historia clínica adecuada del paciente, la resonancia magnética puede ser de mucha utilidad a la hora de localizar un linfoma para poder confirmar su diagnóstico mediante citología e histopatología .
Posts relacionados:
- Linfoma en perros: predictores de supervivencia a largo plazo
- ¿Existe una mielopatía asociada a la leucemia en gatos?
- Epilepsia en gatos: pruebas diagnósticas y terapia









